
Se confunden gusto y opinión..., y así si del gusto no se exige demasiado..., de la opinión se debe reclamar cierto o exacto criterio.
De aquí se puede deducir que el tertuliano se dedica más al gusto o disgusto que a la opínión...
Veamos algunos ejemplos...
La esclavitud no es una cuestión de gusto.
La educación no es una cuestión de gusto.
El viejo derecho de pernado no es una cuestión de gusto.
La prostitución infantil no es una cuestión de gusto.
La explotación sin fin no es una cuestión de gusto.
El derecho..., no es una cuestión de gusto.
La economía no es una cuestión de gusto.
La política no es una cuestión de gusto.
La religión no es una cuestión de gusto.
La ciencia no puede ser en caso alguno una cuestión de gusto.
La Literatura o Arte no es sólo una cuestión de gusto.
Podría seguir así hasta la eternidad.
¿Qué ocurre?
Que se ha tomado la parte por el todo..., esto es..., el gusto por una opinión.
Como es la primera vez que leen en su vida vamos a exponerlo...
De la opinión es exigible algún tipo de prueba..., y el abanico de prueba es amplio..., pero no hay otra manera de hacer distinción entre opinión y nadería..., que son dos..., y opuestos...
Y no..., no se dan muchas opiniones acerca de algo o nada..., más..., en fondo sólo dos..., o se está de acuerdo con algo..., o en desacuerdo..., ya la cuestión que sea va bajo principio de prueba.
Y así ese lugar común de que cualquiera puede opinar lo que quiera..., es..., por supuesto..., una majadería más... ¿Se puede opinar lo que se quiera de la prostitución infantil? ¿Se puede opinar lo que se quiera sobre el terror? ¿Se puede opinar lo que se quiera con relación a la libertad? ¿Se puede opinar lo que se quiera con relación a la injusticia?
Ahora comprenderán el por qué de mi escaso aguante ante tertuliano alguno. ¿Qué demonios tendrá que ver el gusto con la opinión?
Y así la cuestión de fondo es más grave...
Cuando se confunde la opinión con el gusto..., uno sabe que se carece de opinión alguna. Y así..., y no por otra cosa..., cada vez pregunto menos por la opinión..., pero se está tan hecho a lo tertuliano que te la imponen..., esto es..., ni idea de lo que es o significa una opinión..., pues bien..., careciendo de esa mínima e imprescindible vergüenza..., te dan esa ausencia total de criterio sin sonrojo alguno... Señor...
Suelo hacer poco o nulo caso..., pero no por nada..., sino porque es observable en la mayoría una lectura de tertuliano que..., y como poco..., da cosa..., eso es..., tienen levantarse eso a lo denominan opinión con la ayuda de unas pinzas en las manos y otra en la nariz.
No..., no todo es opinable..., pero lo que sí puede ser..., es demostrable o no..., probable o no..., algo o nada.
Y así se dice: otros piensan distinto... De acuerdo: ¿Qué?
De Gonzalo.
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