
El nivel o grado no sólo se da..., sino que además se reproduce.
Y se nota..., no se pueden hacer una idea de cómo se nota...
Cuando se sólo se leyó a autores el valor de cada témino se vuelve más y más exigente..., pues te estás moviendo con los sujetos que han creado..., hecho todo lo que se presenta y pueda impartirse en cualquier espacio/tiempo. Todo.
Cuando sólo se lee comentaristas..., el grado o nivel baja y en una proporción igual a la distancia que de todo autor se mueva..., esto es..., si el comentarista no ha leído un autor en su vida..., se puede afirmar sin lugar a equívoco alguno..., que habla o escribe de oídas. Pues bien..., a cuantas más orejas se hayan dado por medio..., más lugar común se presenta en la lengua.
Ya de sí..., decidirse por un comentarista..., implica una renuncia a hacerse con criterio alguno de nada. Y así se dan autores y polemistas..., fenómenos que aplican el gusto a todo criterio..., deduciéndose inmediatamente..., una bobada tras otra..., pues cuando no se parte ya de una certeza..., todo que se sigue o pueda seguir pasa por pronunciada pendiente..., y hasta caída libre.
El nivel se logra cuando uno se acostumbra a mover de primera mano..., y deshecha lo que sólo se puede presentar como paja... Pues lo primero que enseña la autoría es a leer.
Todo lengua tiene una Academía..., y un catálogo de autoridades..., pues bien..., éste sólo tiene o debería tener referencia con la autoría... Prueba única del que dice algo. Pues alguien puede pasar por académico..., hoy..., ayer..., pero sin obra..., jamás mañana. Dicho de una manera más explícita: la creación es cosa de autor.
De Gonzalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario